La antigua imprenta que da nombre a The Book Factory Hostel, nos había dejado una nave diáfana con muchos metros cuadrados y muy pocos elementos aprovechables.
Hubo que atajar, en primer momento, los problemas de instalaciones del edificio, sobre todo de saneamiento y posteriormente, implantar un nuevo sistema de climatización y una nueva instalación eléctrica y de iluminación.
Tratamos la estructura metálica existente y compartimentamos con tabiquería en seco cuidando especialmente la acústica entre estancias y el aislamiento ignifugo de la estructura.
Los revestimientos cerámicos, junto con el mobiliario, dan el toque vanguardista y actual al conjunto, por contra los patios y algunos muros interiores mantienen la esencia del edificio primigenio.
Un espacio que era necesario en el centro de Valladolid.
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octubre 30, 2018
Hostelería