Había que aprovechar cada centímetro cuadrado al máximo y dotar al espacio de luz, mucha luz.
Creamos un espacio diáfano para la zona de entrenamiento, una zona de recepción y un módulo independiente de vestuarios y aseos.
Los tonos grises, blancos y cenizas, con una buena iluminación y grandes ventanales generan un conjunto aséptico y agradable para la práctica del ejercicio.
septiembre 30, 2015
Local Comercial, Obras Singulares